Esta capacidad nos permite explorar y aplicar intervenciones innovadoras basadas en la Intervención Asistida con Animales (IAA) y la Interacción Humano-Animal (IHA), ofreciendo un enfoque terapéutico complementario y efectivo. Al integrar animales en las estrategias de intervención, podemos ofrecer beneficios emocionales, sociales y físicos a individuos y comunidades, especialmente en contextos de vulnerabilidad. Esta metodología no solo mejora la calidad de vida y el bienestar general, sino que también fomenta conexiones emocionales y relaciones positivas entre humanos y animales, creando un entorno de apoyo y sanación mutua. Además, contribuye al desarrollo del conocimiento científico y la implementación de políticas más inclusivas y eficaces en el ámbito de la salud mental y el desarrollo comunitario.