Proporciona un valor significativo al reducir residuos plásticos, producir hidrocarburos sostenibles, y fomentar la economía circular. Mejora la sostenibilidad ambiental, impulsa la innovación tecnológica, y ofrece beneficios económicos y educativos. Facilita el cumplimiento normativo, mejora la gestión de residuos y contribuye a una mayor conciencia y capacitación en prácticas de reciclaje.