Proporciona un valor significativo al permitir diagnósticos precisos y rápidos, optimización del tratamiento, y mejora en la gestión de enfermedades infecciosas. Ofrece innovaciones en métodos diagnósticos, apoya la investigación y el desarrollo, y tiene aplicaciones cruciales en salud pública, seguridad alimentaria, y vigilancia epidemiológica. Además, fortalece la capacitación profesional, impacta en la política de salud y avanza en ciencia y tecnología, mejorando la capacidad para identificar y gestionar microorganismos patógenos.