Al enfocarnos en el fortalecimiento comunitario y el desarrollo psicosocial, podemos diseñar y aplicar intervenciones prácticas y fundamentadas en la evidencia, que no solo ayudan a las comunidades a recuperarse, sino que también promueven la resiliencia y el empoderamiento a largo plazo. Este enfoque multidimensional contribuye a una mayor cohesión social, mejor calidad de vida y oportunidades de desarrollo sostenible, asegurando que las soluciones generadas sean realmente adaptables y beneficiosas para cada comunidad específica.