Conectando la ciencia y el mercado: guía de transferencia tecnológica

La transferencia tecnológica implica el acto de compartir y difundir conocimientos técnicos, por ejemplo, métodos de producción, patentes, diseños y otros activos tecnológicos, desde una entidad creadora hacia otra receptora, estableciendo un puente que conecta el mundo académico y de investigación con la industria, el mercado y la sociedad. A través
de este flujo de conocimientos se logra una sinergia entre el desarrollo científico y su aplicación práctica, impulsando el crecimiento económico y la mejora de la calidad de vida de las personas. Los organismos científicos, las universidades, los centros de investigación y laboratorios son fuentes de innovación y descubrimientos, sin embargo, para que sus desarrollos sean aplicados y generen un impacto en la sociedad, en la mayoría de los casos es necesaria la transferencia efectiva hacia el sector industrial.

Al trasladar los conocimientos y avances científicos hacia la industria se generan oportunidades de negocio y se estimula la innovación empresarial y social. Por otro lado, la transferencia de tecnología contribuye a la mejora de la competitividad, pues el acceso a tecnologías y conocimientos científicos avanzados les permite a las empresas optimizar sus procesos productivos, desarrollar nuevos productos y servicios, mejorar su eficiencia y responder de forma efectiva a las demandas del mercado, lo que fortalece su posición y capacidad para competir a nivel nacional e internacional.